Sobre la guerra que se ha desatado en los niveles intermedios de la SCT, surgen los nombres de dos funcionarios. El periodista Jesús Ramos -y amigo- lo describe con todo detalle.
Se convulsiona la SCT por batalla campal Montero-El vale
El termómetro puesto en la axila de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado demuestra que su salud es precaria como consecuencia de las calenturas que allí se viven por la terrible batalla que libran el secretario de Gobernación Mario Montero Serrano y el titular de la SCT Valentín Menéses Rojas.
Sin recato ni mesura, los funcionarios afines a Montero, Abraham Sánchez y Anuar Musalem, dispusieron asaltar carteras de alta rentabilidad económica y política para quitar gente de El vale y en consecuencia poner piezas monteristas.
En el Arte de la Guerra Sun Tzu sostiene que en un conflicto todo es válido. Por tanto vale decir que el modus operandi de Montero y sus aliados peca de siniestro y malévolo, pues concesionarios vinculados a Abraham Sánchez y Anuar Musalem acusan de corruptos a delegados y funcionarios de las oficinas centrales, luego toman instalaciones y para destrabar el conflicto exigen su salida.
Informantes de primera línea de la SCT, consignan que los monteristas pudieron echar en días pasados a Marcelino Mateos del programa Suca y en el regateo por la plaza Abraham y Anuar pretendieron imponer a Uriel Martínez, pero El vale se les adelantó y nombró casi de inmediato a Carlos González Orduña, hermano de Arturo González Orduña director del Sicom.
La historia se repitió con el extitular de la jefatura de Infracciones, Jorge Bonilla, que al ser depuesto del cargo, Abraham y Anuar quisieron nombrar a Agustín Corro López en la vacante, aunque de nueva cuenta El vale pudo ganarles la mano al designar a Adolfo Aguilar.
En esa lucha encarnizada nadie se salva, desde el funcionario de tercer nivel hasta el titular de la SCT, todos viven en la zozobra por adivinar cuándo les toca turno de ser centro de ataque. Oscar Lagunes, director jurídico de la dependencia y personaje estrechamente ligado a El vale fue víctima de presiones para renunciar al cargo por cuenta de concesionarios militantes de Antorcha Campesina y, oh coincidencia del destino, los concesionarios tienen relación directa con Abraham y Anuar en temas de transporte.
Sentirse arropados por el sarape de Mario Montero, ha generado actitudes valentonas y de arrogancia en Abraham y Anuar, tanta que fueron capaces de vociferar que irán tras las carteras de Jesús Guerra del Cycet donde quieren nombrar a Issac Balderas, Fernando Camargo de Dictaminación para poner en el puesto a Juan José Benítez y Miguel Ángel Fernández de Ingeniería del Transporte con Leonardo Jaime Monje en lista de espera.
En la mira de esta dupla satánica se encuentran los delegados de Serdán, Acatzingo e Izúcar de Matamoros, Fernando Villa, David Orta y Marco Núñez, y en la medida de lo posible intentarán separar a Lázaro Jiménez Aquino de la Subsecretaría del Transporte y a las piezas importantes de El vale como Miguel Mendoza, Leticia Alvarado, Domingo Juárez y Sonia Hidalgo.
Montero no se ha dado cuenta, pero aunque sus motivos prioritarios para arrebatar el control de la SCT a Valentín Menéses rayan en lo político, Abraham Sánchez y Anuar Musalem anteponen las ganancias económicas que conlleva someter a control el aparato absoluto del transporte y sus concesionarios. Para pruebas un botón, los supervisores que recorren las carreteras estatales escudándose en charolas de la dependencia rinden cuenta$ a tan letal dupla.
Fuente: Por las entrañas del poder/Jesús Ramos/Diario Cambio.
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