viernes, 19 de marzo de 2010

LA CARGA DEL CHAPARRO

Por Gerardo Herrera López.


Quisiéramos hacer una cara de asombro, pero ya no nos sale, porque parece ser que ya nada nos sorprende.

La información que publica The New York Times, este día, acusando al presidente Felipe Calderón de incumplir con la construcción de una cancha de fútbol, en el municipio de Ciudad Juárez, no es para nosotros nuevo. Me refiero a las promesas incumplidas.

Luego de los 15 asesinatos en este municipio fronterizo, y de que 3 personas vinculadas al consulado americano fueron blanco del crimen organizado, la presencia de 10 mil efectivos del ejército mexicano destacamentados desde hace varios meses, se vio también acompañada, de decenas de oficiales del Buró Federal de Investigaciones (FBI), organismo investigador norteamericano, cuya incursión en territorio mexicano no es nuevo, ni ha sido la única a lo largo de la historia moderna de México.

La incompetencia con la cual se han manejado las autoridades mexicanas, hoy ha sido exhibida internacionalmente, por nuestro socio comercial norteño. No solamente han expuesto al representante del poder ejecutivo, sino al mismo pueblo mexicano que ha consentido sostener el gobierno que tiene.

Con un afán de empatizar con el ciudadano juarénse que hoy vive con miedo, con una economía secuestrada por el narco, el presidente Calderón ha visitado insistentemente esta ciudad, que hoy es considerada la más violenta y peligrosa del mundo.

El cerco militar y el estado mayor presidencial se esfuman una vez que el ejecutivo parte en su helicóptero blindado. Luego, la incertidumbre y miedo vuelven a gobernar en esta ciudad fantasma. Y los miles de reclamos que le hicieron los ciudadanos se desvanecen entre el humo que emana de las armas que son detonadas a toda hora en ésa frontera.

¿ Si la promesa de una cancha de fútbol no han podido cumplir, que les espera a 2 millones de desempleados, que creían en el seudo presidente del empleo ?

Un pretexto como éste, esperaba el gobierno de Barak Obama para incursionar no solamente en territorio mexicano, sino también en la política de seguridad nacional.

Ya lo había pretendido George Bush el 30 de Junio de 2008, con el tratado internacional de seguridad denominado Plan Mérida, que aportaría a México la miserable cantidad de 400 millones de pesos, cifra vergonzante, luego de que solamente en los primeros 18 meses del gobierno Calderonista, el gobierno mexicano ha destinado 7 mil millones de dólares para combatir al narcotráfico, y ha aportado -si así se le pudiera llamar- la escalofriante cifra de 18 mil muertos, entre delincuentes, policías y sociedad civil.

Pero hoy mas que nunca, la opinión pública internacional añade una carga mas al presidente Felipe, que ha quedado absolutamente rebasado por su propia inexperiencia, por sus altísimos compromisos con que llegó a su gobierno.

En su agenda no solamente esta pendiente el tema del narco, sino también el de que ha sido el máximo protector de ciertos grupos y cárteles de droga, según los señalamientos de los expresidentes Salinas y Fox.

Sumado a eso, tiene hoy día, pies y manos metidas en cada uno de los estados donde habrán elecciones para gobernador el mes de Julio.

Así que aún no ha podido sacudirse el mote de autor intelectual del convenio PAN-PRI, para intercambiar una reforma fiscal para incrementar el IVA con el apoyo de los priístas, por la promesa de que el PAN no se aliara con la Izquierda, situación que hoy sabemos, nadie cumplió, cuando su presidente de partido Cesar Nava, anuncia su próximo matrimonio con Paty-Lu, después de unas cuantas semanas de noviazgo.

Imaginen ustedes que tipo de compromisos se atreve a firmar el señor Nava, con una señorita de 26 años que prácticamente acaba de conocer, pero que no sabe que el diputado federal y líder nacional del PAN, poco le gusta cumplir su palabra, aunque por el bien de la cantante, espero que a ella sí le cumpla.

Súmele a esto, que la ansiada recuperación económica, después de un negro cierre de 2009, aún no se percibe en la iniciativa privada ni en los bolsillos de los mexicanos, y mucho menos se han podido restituir los graves efectos del desempleo, del cierre por decreto de Luz y Fuerza del Centro, y de miles de micros y medianas empresas que han tenido que bajar sus cortinas por la competencia desleal que significa abrir las aduanas y fronteras a mercancía china, de mala calidad o sin privilegiar a los productores mexicanos.

Es muy grande la carga para el chaparro, -dicho aún con cierto respeto-, por todos los temas que hay pendientes.

Pero lo será aún más para los mexicanos, si no razonamos correctamente al momento de emitir un voto para las próximas elecciones, porque cómo se indica hoy en los diarios, solamente los mexicanos hemos decidido el gobierno que tenemos, o lo que es lo mismo, cada pueblo tiene el gobierno que merece.

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