FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Literalmente al titular del ISSSTE en Puebla, Jorge Aguilar Chedraui, le está lloviendo sobre mojado, y no solamente porque metieron a la cárcel a su subdelegado administrativo, René Carpinteyro, por lo mal que van las campañas del Panal, que se supone él iba a cuidar, o por el malestar que los trabajadores sienten hacia este funcionario, sino porque ayer se inundó el edificio que de manera poco clara alquiló para que albergue la delegación por un periodo de 25 años.
Poco después de las 16 horas de este jueves, los trabajadores de la delegación del ISSSTE vieron con asombro cómo en el primer piso del edificio el agua de la lluvias se empezó a meter, y en unos minutos llegó hasta los 20 centímetros de alto. Eso provocó que muchos documentos oficiales, entre los cuales había cheques que serían entregados este viernes, acabaran flotando, junto con parte del mobiliario.
Varios integrantes del personal administrativo se tuvieron que arremangar los pantalones y empezar a sacar el agua para que ésta no subiera de nivel y alcanzara a cubrir los escritorios y mostradores. Esa labor la hicieron sin que nadie los ayudara, y al mismo tiempo sirvió para percatarse de que la única salida de emergencia del inmueble nunca la pudieron abrir.
Tal situación causó enojo, no porque la gente se haya mojado, sino porque Jorge Aguilar, cuando llegó al edificio, a eso de las 18 horas, con absoluta frivolidad, respondió:
“En toda Puebla hay inundaciones y qué”, para de esa manera soslayar las observaciones que le hicieron de las fallas del edificio de la delegación.
Y es que a inicios de este año, sin que mediara una explicación convincente, Jorge Aguilar Chedraui ordenó mudar la delegación a un edificio que se ubica en la 3 Poniente número 1906, el cual es más pequeño y con un arrendamiento más caro que el anterior inmueble que se usaba para esas oficinas.
Se sospecha que un pariente del delegado es el beneficiario de ese arrendamiento y por eso se suscribió un contrato para ser usado por los próximos 25 años, algo que no es usual.
Desde un principio varios trabajadores denunciaron que el inmueble no cumple con normas de protección civil y que a lo mucho ofrece espacio para unas 200 o 300 personas, lo que genera una situación caótica, pues hay días que acuden a la delegación del ISSSTE unas 800 personas al mismo tiempo.
Por si fuera poco, ahí se concentraron todos los servicios que el instituto ofrece en el estado de Puebla.
Ayer se constató que el inmueble no es apto para dar protección a la documentación oficial del ISSSTE ni para ofrecer seguridad a los trabajadores que ahí laboran. Que era mentira la justificación que ofreció Aguilar Chedraui de que se había elegido ese edificio por ser más amplio, más seguro y mejor ubicado.
Es decir, atrás del alquiler de ese edificio hay un tufo de corrupción. Y esa información la tiene René Carpinteyro, el subdelegado de Administración del ISSSTE, que hace unas semanas metieron a la cárcel por fraude a unos empresarios que engañó con supuestas aportaciones económicas a los proyectos políticos del senador panista Rafael Moreno Valle Rosas.
Ahora que Carpinteyro cayó del agrado de Jorge Aguilar y de Moreno Valle Rosas, pues ya lo corrieron de la delegación, se sabe que le están queriendo cargar otras anomalías financieras del ISSSTE. Por lo que no sería difícil de que también lo culpen de los problemas del edificio en cuestión.
No sería raro que también culpen a Carpinteyro de ser el autor de las desastrosas campañas del Partido Nueva Alianza en la ciudad de Puebla, que eran una encomienda que se le dio a Jorge Aguilar –al parecer por encargo directo de la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales– y nunca supo como hacerlas atractivas.
Pues siempre quien está ausente, tiene la culpa de todo.
Y eso quieren hacer con René Carpinteyro
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