Publica Marcela Jimenez Avendaño, un interesante y clarificador análisis:
"El paquete económico del Gobierno Federal se basa en el objetivo de generalizar el IVA al consumo, incluyendo bienes indispensables como medicinas y alimentos. Esta medida se suma a las otras cuatro iniciativas más radicales propuestas por la derecha mexicana y que han sido operadas desde el siglo pasado: la privatización energética; la privatización de los servicios públicos ?sumando la educación básica-; la penalización del aborto y el homosexualismo; la abolición de los sindicatos.
La publicidad oficial a favor del nuevo impuesto dice que, gracias al mismo, los niños van a poder seguir comiendo y estudiando. Nada más mentiroso. Felipe Calderón, Agustín Carstens y Ernesto Cordero ni en sus mejores sueños podrían a un solo niño mexicano que coma y estudie gracias a la ayuda del gobierno. Dicho en otras palabras, los 69 mil millones presupuestados para el gasto social en este año no cubrieron las necesidades de subsistencia de un solo infante. La razón es que la estructura de los programas asistenciales son para eso, para asistir, solo representan una ayuda a las múltiples necesidades de la población más desprotegida.
En el mismo orden de ideas, el Gobierno Federal asegura que con lo recaudado por este nuevo impuesto se podrá llegar a 6 millones de beneficiarios. Esta cifra solo representa menos del 27% de los mexicanos ubicados en el rubro de pobreza alimentaria.
Oportunidades otorga apoyos alimentarios de 195 pesos y por concepto de beca estudiantil 500 pesos, bajo la limitación de un tope de 2 mil pesos. Hay que dejar claro que la mayoría de las 5 millones de familias integradas a este programa reciben menos de mil pesos mensuales por lo que si desapareciera este Programa de ninguna manera estaríamos ante un escenario de hambruna masificada. La política social de este gobierno esta diseñada para solamente ayudar un poquito a los más pobres, pero su impacto no cubre los cerca de 5 mil pesos mensuales que este tipo de familias requieren para vivir.
Pese a lo anterior, con ánimo seductor la publicidad oficial lanzó el mensaje de que por cada 60 pesos que un pobre pague de impuesto va a recibir 230, asegurando además que se destinarán 130 pesos a cada niño menor de 9 años en condiciones de pobreza. Aún siendo ciertas estas cifras, con dichas cantidades nadie podrá sostener la educación y la alimentación de un niño.
Por otro lado si los 50 millones de personas en pobreza patrimonial pagan 60 pesos mensuales con el nuevo impuesto, la cantidad recabada será de 3 mil millones mensuales, por lo tanto, 36 mil millones anuales. Esta cantidad representa la mitad de la recaudación proyectada en la Ley de Ingresos calderonista, es decir, los más pobres en México aportarían la mitad de la recaudación.
El asunto es más dramático. Si este año el presupuesto del gasto social fue de 69 mil millones y el proyectado para 2010 es de 84 mil millones, el gobierno realmente solamente requiere 15 mil millones de pesos más, por lo que el aporte de los más pobres rebasa con 21 mil millones las necesidades de los programas sociales. En otras palabras, el nuevo impuesto trata de quitarles a los más pobres 21 mil millones de pesos bajo mentiras y chantajes sentimentales dentro de una campaña de publicidad insultante.
Felipe Calderón se esta convirtiendo en el personaje más siniestro de la historia reciente de México. Sus objetivos, no están destinados al desarrollo nacional, la estabilidad social o la eficiencia gubernamental, mucho menos creemos que al abatimiento de la pobreza. El deficiente trabajo de su gobierno solamente persigue un objetivo: mantenerse en el poder e imponer la agenda de la derecha de este país.
Para finalizar quisiera hacer una reflexión sobre los varios pronunciamientos que hemos escuchado sobre la alta probabilidad de estallidos sociales en el país. Me parecen, por menos, irresponsables y alarmistas. Sin embargo, es claro que estamos ante un escenario grave de descomposición social que nos lleva a pasos agigantados a la lumpenización de la sociedad, que significa que empezaremos a ser testigos, cada vez más frecuentes, de ataques de personas y grupos reducidos. Pero de ello hablaremos de forma más profunda en el siguiente artículo".
Puebla, México: Escucha ZONA DE FUEGO
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